La profesión de afilador se esta perdiendo, solo quedan unos pocos, su utilidad que durante siglos ha sido imprescindible ha caído en picado, debido al modelo de sociedad consumista y a la tecnología. Pero aun quedan algunos nostálgicos.

Aun es posible ver en ocasiones ha algún afilador, normalmente son hombres mayores de etnia gitana, que van con sus motocicletas adaptadas como maquina de afilar. Y su flauta de plástico, llamada chiflo de afilador de la familia de las flautas de pan, tocando su típica escala, Do-Re-Mi-Fa-Sol-la-Si-Do-Si-La-Sol-Fa-Mi-Re-Do.
Cuando oigo esa típica tonadilla y el típico grito de “El afilador”, no puedo reprimir una sonrisa evocando mi infancia.
Para aquellos que no sepan de que hablo he podido grabar un pequeño video donde se ve alejarse al afilador y de fondo se oye la tonadilla.

Aun es posible ver en ocasiones ha algún afilador, normalmente son hombres mayores de etnia gitana, que van con sus motocicletas adaptadas como maquina de afilar. Y su flauta de plástico, llamada chiflo de afilador de la familia de las flautas de pan, tocando su típica escala, Do-Re-Mi-Fa-Sol-la-Si-Do-Si-La-Sol-Fa-Mi-Re-Do.
Cuando oigo esa típica tonadilla y el típico grito de “El afilador”, no puedo reprimir una sonrisa evocando mi infancia.
Para aquellos que no sepan de que hablo he podido grabar un pequeño video donde se ve alejarse al afilador y de fondo se oye la tonadilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario