miércoles, 27 de marzo de 2013

Recorrido por mis dispositivos de almacenamiento.

Siguiendo con la serie de artículos, sobre mi recorrido personal con la electrónica y la informática en esta ocasión le toca a los dispositivos de almacenamiento, y aunque parezca que no, van unos cuantos y cada uno ha sido una revolución respecto al anterior, ya sea por el formato físico o por la capacidad de almacenamiento. 

Todo aquel que ha tenido contacto con los ordenadores de 8 bit, Amstrad, Spectrum, MSX, recordará las cintas magnéticas, más conocidas por cintas de casete; donde, antes de que aparecieran los primeros ordenadores gravábamos música o programas de radio, con los ordenadores de 8 bit se les dio una nueva utilidad, guardar datos, que en la mayoría de los casos eran video juegos, por no decir en todos.

 
 
Estas cintas de casete cuando eran originales apenas tenían una duración de 10 o 15 minutos, y traían un solo programa o video juego, con suerte uno por cada cara, pero si las comprabas vírgenes, podían ser de 30 minutos o 45 minutos por cara, con lo que podías meter varios juegos en cada una de ellas, al cargar se oía ese típico sonido característico de los 8 bit, que en más de una ocasión con sólo oírlo ya sabias que el juego no iba a cargar ¡%&/($/&%()=! y había que rebobinar un poco y ver si cargaba y sino volver a empezar…, lo que suponía en ocasiones de 10 a 15 minutos de carga para jugar a un video juego, ahora parece increíble, cuando si el ordenador tarda en arrancar 1 minuto es toda una eternidad, y nos acordamos de la madre de mas de uno e incluso de dos. 
 
Poco después aparecieron los primeros discos magnéticos, disquete, que eran una evolución de las cintas hacia un dispositivo más moderno, diseñado específicamente para almacenar datos de ordenadores, realmente los discos magnéticos existían desde hacía mucho más tiempo pero eran muy caros y solo para grandes ordenadores no para estos nuevos ordenadores para el gran público que eran de 8 bit. Los disquetes, no solo disminuían exponencialmente los tiempos de carga sino que además daban mucha más fiabilidad a la carga, si el disco estaba bien y había sido grabado correctamente el juego cargaba, nada de esperar a ver si cargaba o no. Pasando de 10 o 15 minutos a 1 o 2 minutos como mucho, fue un avance increíble. 
 
 Los primeros con los que tuve contacto fueron los del Amstrad CPC 6128, que tenían un tamaño de 3 pulgadas, en aquella época eran bastante caros, 500 pesetas por disco, 3€ para aquellos que no sepan de que les hablo, era un buen dinero, con una capacidad aceptable que permitían tener varios juegos en cada disco y también por supuesto con dos caras, algunos juegos llegaban a ocupar un disco entero, os podéis imaginar la calidad de semejante bicho si ocupaba todo un disquete, respecto a su capacidad era nada más y nada menos que 180 kB por cara, ahora apenas es nada pero entonces era impresionante.

 
Por aquella época había otro tipo de disco magnético “barato” que más tarde se hizo estándar, que fueron los de 3’5 pulgadas, estos se usaban en MSX y más tarde en los PCs, tenían una capacidad de 720 kB, en una sola cara y esa capacidad era estratosférica. 
 
Poco después tuve mi primer contacto con un PC, un Amstrad PC1512 y con él, mi único contacto con disquetes de 5’25 pulgadas, negros grandísimos y flexibles, mucho menos robustos que los de 3“ y los de 3’5 “, y una capacidad de 1’2 MB eso si que impresionaba, pero generalmente eran de uso profesional y al estar menos protegido era muy fácil que se rompieran y dejaran de leer. Aunque no se por qué tenían cierto encanto.

 
Más tarde, ya en al era PC, el disquete de 3’5” se convirtió en el rey, un estándar, alcanzando una capacidad de almacenamiento de 1’44 MB, algo verdaderamente increíble, en cada disco cabía un mundo, al menso durante unos meses fue si. Pero poco a poco esta capacidad se fue quedando pequeña y no era nada raro ver juegos o programas que ocupaban 1, 2 o más disquetes, hasta 10 disquetes en algunos casos. Esto hacia que se acumularán decenas si no cientos de disquetes, que además de caro ocasionaba problemas de espacio; algo se soluciono, al aparecer los formatos de compresión, ZIP y RAR, pero no demasiado , seguíamos acumulando decenas de disquetes.

 
Y así estando ya en la facultad, llego el CD, ¡por dios! eso si era impresionante, 600 MB en un solo disco óptico, disco compacto, en esa época solo los conocíamos por usarse para la música, los compact disc, como paso con los antiguos casetes, una vez mas algo que se usaba para contener música se usaba en la informática. Además de revolucionario en la capacidad lo era en la forma de almacenarse, ya que se pasaba de un formato basado en lecturas magnéticas u otro basado en lecturas ópticas, que daba más fiabilidad a las copias, para romper un CD había que rayarlo a conciencia no bastaba con pasar un simple imán.

 
El problema con esto era el precio, una unidad lectora costaba unas 100.000 pesetas unos 600€, que era un buen dinero y solo servía para leer el CD a una velocidad ridícula ahora; una grabadora ya se salía de escala, eran prohibitivas, aun así había gente que la tenia y hacia negocio con ella, así que cuando un amigo se compro un lector de CDs, va por ti Paco, y encontramos a alguien que tenía una grabadora, nos reunimos unos 10 amigos, recolectamos todo lo que teníamos para llenar un CD, decenas de discos y lo mandamos grabar. 
 
Así había uno que tenía el CD y cuando querías algo llevabas los discos y el te lo grababa en disquetes, no era mala solución ahorraba espacio y dinero, un poco engorroso, sobre todo para el pobre Paco, pero era lo que había, el primero si no recuerdo mal nos costó unas 20.000 pesetas, 120 € por un CD. 
 
Esto duro poco ya que en un par de años el CD se extendió, las lectoras se hicieron más baratas, mucho más baratas, al igual que las grabadoras, los CDs tenían precios ridículos, pasamos de comprar los CDs uno a uno, a tarrinas de 25 CDs y después de 50 Cds, y claro se empezaron a acumular los CDs y ya no solo de programas y juegos, sino de música en mp3 formato novedoso en la época y algo mas tarde de películas. Lo que hizo que se acumularán centenas de CDs. 
 
Una vez más se repite la historia y aparece el DvD, uff un disco donde caben 7 u 8 CDs, 4’5 Gigabytes, ¡GUAU! eso suponía reducir a mas de la mitad el volumen de CDs acumulados, pero otra vez ocurrió lo mismo que con los CDs, los DvD eran muy caros, las lectoras igual y las grabadora los mismo, aunque en esta ocasión fue todo mucho más rápido y se extendió el formato más rápidamente.

 
Pero no deja de ser un engorro el tener DvD acumulados así que comenzó la época de los HD discos duros de gran capacidad, al principio eran de unos pocos megas y poco a poco pasaron a tener decenas de Gigas y más tarde centenas de gigas, llegando a la actualidad hablamos de Terabytes, sin plantearnos lo que significa. 
 
Paralelamente el disquete de 3’5”,que resistió como un jabato al ser muy transportable, barato y fiable, hubo una época en la que convivieron a la perfección disquetes, DvDs, CDs y HD, a los pocos años aparecieron los dispositivos de almacenamiento por USB, las llaves USB, estas aumentaron su capacidad exponencialmente y de la misma forma bajaron el precio, pasando de unos 256 MB, a 32 Gigas en unos 5 años. 
 

 
Quien iba a imaginar que podrías llevar en el llavero, un cacharrito de un par de centímetros que contenía todas tus fotos del último viaje, varias decenas de documentos y las discografías completas de Bon Jovi y Queen… y cada vez son mas pequeños y con mas capacidad. 
 
Para terminar la ultima moda es el almacenamiento en “la nube”, ya no tienes ni que tener en tu casa, los discos duros, HD, esta todo en internet, aunque podéis llamarme clásico o quizas es un síntoma de que me hago mayor, a mi eso no me convence, me gusta tener en casa el disco duro que internet me da confianza pero la justa y aprecio demasiado mi series. Que nos deparará el futuro eso no lo sabemos pero si sabemos ya que … “Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad”, como decían en la Verbena de la Paloma, zarzuela muy conocida. O no.

domingo, 17 de marzo de 2013

El mundo no es como nos lo enseñaron

Cuando recordamos el colegio, cuando el colegio era para enseñar y no un aparca niños a los que no se puede suspender vaya que creemos un asesino en serie o algo similar, cada cual tenemos unos recuerdos que se nos quedaron grabados, pero uno en el que muchos coincidimos es en el mapa del mundo, el mapamundi, que estaba colgado en la pared, y que sin darnos cuenta hacia que supiéramos donde estaba cada continente y cada país su forma y su tamaño y eso era un reflejo de la realidad… bueno pues resulta que no es del todo cierto. 

Como todos sabemos, la tierra es mas o menos redonda, por lo que para elaborar un mapa de esta y ser lo mas exactos a la realidad necesitamos un mapa del mundo redondo, pero manejarse con un mapa del mundo redondo y sobre todo trazar rutas y distancias se hace un poco complicado, así que una vez mas vienen las matemáticas al rescate y podemos obtener una representación plana de la tierra, mediante lo que se llama una proyección en una figura plana, como el mapa del mundo que colgaba de nuestra clase en el colegio.

Al proyectar una superficie curva en un plano en este último se distorsionan algunas de las medidas, y se tienden a ver cosas que no son tal y como son en realidad, y esto pasa con los mapas del mundo que usábamos en los colegios.

Para realizar los mapas del mundo como ya se ha comentado se usaban proyecciones del “patatoide” de la tierra, no una esfera ya que la tierra no es perfectamente esférica, ni un elipsoide, ni siquiera un geoide, sino que tiene forma de patata con protuberancias y hondonadas por doquier, la proyección mas usada fue la creada en 1569 por Gerardus Mercator, que ideo una proyección del “patatoide”, para el esfera de la tierra, sobre un cilindro que luego se podía extender, así usando esa proyección se crearon esos mapas del mundo de nuestras clases, que usaban la proyección de Mercator.

Pero claro hay algún que otro problemilla, sin mirar nada intentad recordar el tamaño de Groenlandia, es grande ¿verdad?, y el de Alaska, también bastante grande.

De hecho Groenlandia aparece tan grande en los mapas del mundo con proyección Mercator que es mas grande que Africa, cuando en realidad esta es 14 veces mayor, y los mismo pasa con Alaska si la comparamos con Brasil. Esto se debe a que la proyección de mercator distorsiona lso tamaños de aquello que esta situado cerca de los polos haciéndolo mucho mas grande de lo que en realidad es, además puesto que en aquella época, recordemos siglo XVI, Europa era el centro del mundo y por tanto, en los mapas del mundo esta suele aparecer mas centrada de lo que en realidad esta.


Mapa del mundo proyección Mercator

Por tanto resulta que el mundo no es tal y como lo habíamos estudiado…, pero no todo es tan malo, no hay duda de la utilidad del mapa, tanto es así que incluso Google Maps, usa esa misma proyección cuando hay otras mas modernas y menos distorsionadas. Claro que proyecciones hay muchas, ninguna perfecta, pero que han intentado corregir dicha distorsión, por ejemplo tenemos la usada por la “National Geographic Society” que usa la proyección de Winkel-Tripel es una proyección cartográfica azimutal modificada, que representa el mundo en un elipsoide que sustituye a la Robison que se usaba desde los años 90 del siglo XX.


Mapa del mundo proyección de Winkel-Tripel

En esta las distorsiones son menores en general aunque como con el resto en los polos son muy grandes, pero en el resto no son tan acuciadas como en la Mercator.

Por tanto el mundo no es como nos lo enseñaron, al menos no cuando nos acercamos a los polos.

Si alguien de la ESO alguna vez, nos dice que Groenlandia es más pequeña que África, aunque solo sea por una vez tendrá razón, pero me temo que aquel que se haya molestado en mirar el mapa que cuelga de la pared se dará cuenta de que es el mismo de hace 20 años y por tanto con los mismos errores, aunque no pierdo la esperanza.

domingo, 10 de marzo de 2013

Pepe Le Pew ¿Te acuerdas?

Aquellos maravillosos personajes de dibujos animados eran con diferencia mucho mejores que los de ahora y no es nostalgia es un hecho.

Pero no me refiero a los personajes más famosos sino a los secundarios que eran los que a mí más me gustaban siempre me han parecido más divertidos y con más personalidad. No secundarios al estilo de Porky, sino secundarios porque aun teniendo su serie propia esta era corta o como mucho complemento a las grandes estrellas. Y de entre estos magníficos “secundarios” tenemos a Pepe Le Pew.


Pepe Le Pew es una mofeta francesa, que tiene por supuesto su característico acento francés, una vez mas mucho mejor en el doblaje español que en el original, que como buen francés, hay que recordar que es un dibujo animado y aplican los tópicos al máximo.

Pepe en cada episodio se enamora perdidamente de una gatita, que no suele corresponderle y en las raras ocasiones en las que lo hace, al llegarle el olor de Pepe, no hay que olvidar que, aun encantador, es una mofeta, la gatita suele intentar huir de cualquier forma, ya sea saltando por un precipicio, tirándose aun rio, …, aunque esto le sirve de poco, por que Pepe siempre le da alcance, eso sí, a su ritmo pausado y saltarín.

 Pepe es realmente encantador, con su acento francés, sus modales refinados, todo un galán alguien que debería de encandilar a la gatita y lo hace pero… siempre termina por aparecer su olor …

Aunque casi nunca consigue a la dama, y en muchas ocasiones está a punto de lograrlo e incluso en alguna aunque sea por poco tiempo lo logra, Pepe es un optimista casi enfermizo que nunca pierde la esperanza y lo intenta una y otra vez; y la gatita por su puesto es tan insistente en huir como Pepe en perseguirla.

Para mi es uno de los dibujos animados más divertidos y con el que disfruto muchísimo.