Médula de Robert Reed.
Este es un clásico de la ciencia ficción, aun siendo publicada en el año 2000, al menos así lo consideran los críticos literarios y aficionados a la ciencia ficción.
La historia sin desvelar nada de la trama, que es algo compleja, tarta de una nave espacial, inmensa tan grande como Júpiter, construida hace miles de años por una civilización desconocida que al pasar por la tierra, es capturada por los seres humanos, que la pueblan y alquilan sus enormes cámaras interiores capaces de albergar mundos enteros a las distintas especies alienígenas que se van encontrando a lo largo de su periplo por la galaxia.
Esta nave está gobernada por unos capitanes que son la ley y el orden dentro de ella, y mantienen una paz relativa. Pero la nave esconde en sus entrañas un secreto que puede cambiarlo todo …. Interesante ¿no?, pues si, lo es y bastante, se deja leer bien aunque en muchas ocasiones pasan tantas cosas y da la impresión de que se enmaraña todo y puede resultar complejo de seguir, no obstante si te gusta la ciencia ficción deberías leerlo.
El Mapa del tiempo de Felix J. Palma.
Este libro lo tiene todo, se trata también de ciencia ficción, pero esta vez no vamos al espacio sino al Londres Victoriano, en donde tendremos viajes en el tiempo, encuentros con George Orwell, si el autor de la máquina del tiempo y el hombre invisible, con Jack el destripador, e incluso con “terminator”, héroes épicos y además alguna que otra historia de amor, como ya he dicho lo tiene casi todo. Su defecto es que quizás al final del libro la línea que lleva da un giro y no está a la altura del resto sin desmerecerlo.
Es un buen libro, quizás debería de haber sido un poco más ambicioso le autor y convertirlo en dos o tres, en él hay ideas muy buenas y pequeñas historias transversales, que darían lugar a novelas enteras y serian más que interesantes. También muy recomendable.
Un mundo sin fin de Kent Follett.
Bueno, hablar de Kent Follett es hablar palabras mayores, este es un gran escritor, que sabe a lo largo de sus libros y en este por su puesto también, mantener la tensión y las expectativas de que va a pasar durante todo el libro, por lo que dejas de leer por puro cansancio o porque tienes otras cosas que hacer. Kent Follet mide los tiempos tan bien queda casi miedo y aunque te imaginas lo que puede pasar a continuación quieres, necesitas leer lo para ver que ocurre.
En un mundo sin fin, se pierde la novedad y frescura de los pilares de la tierra ya que es una continuación y volvemos a ver monjes codiciosos e ineptos, intrigas políticas, y las descripciones de la época, pero en esta ocasión nos topamos con una enfermedad terrible, l apeste y como esta afecta a la vida en la ciudad y a sus ciudadanos. En muchas ocasiones te sientes mal al leer puesto que como en la vida real en muchas ocasiones triunfa el mal o al menos así parece.
Este libro peca un poco de repetitivo en los últimos capítulos quizás le ha quedado un poco largo no por ello aburrido pero se repiten las situaciones demasiado, aun así hay que leerlo, es más que bueno, como no podía ser de otra forma, hast ael mismisimo final te mantieen en tensión, ya que crea situaciones que aun previsibles no siempre terminan como piensas y otras veces por desgracia si terminan como piensas, precisamente en eso en desgracia, pero eso hace que la tensión se mantenga y quieras leer mas y mas.
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