lunes, 16 de octubre de 2006

Sanitex

Como en todos los pueblos, en el mio hay cosas muy caracteristicas. Una de ellas es el sobre nombre que se les da a los Granadinos, a estos se les llama Sanitex (sobre todo cuando molestan), pero pocos saben de donde viene dicho nombre, bucenando por inet y de casualidad, como casi siempre, he encontrado este artículo donde explican los origenes, muy interesante.



Sanitex, dícese del veraneante granadino que bajaba de la capital a la costa granadina provisto con la comida y todo lo necesario para pasar varios días en la playa. En la Costa sólo compraban la gaseosa de nombre Sanitex.

Enrique Esquitino Sánchez puso nombre a los granadinos, “Sanitex”.

En pocas ocasiones el marketing publicitario consigue que varias generaciones recuerden una marca comercial y menos aún que esta imagen de marca se asigne a un determinado grupo de personas, recordemos lo de “cuerpos danone” o eso de “ese es un Sanitex”

Enrique Esquitino Sánchez fue un motrileño nacido en Granada, emprendedor, trabajador y vivaz que siempre buscaba el negocio perfecto y lo encontró al convertirse en fabricante de la marca de gaseosas Sanitex.

Enrique Esquitino nació en 1921 en la capital Granadina pero a los pocos años vino a Motril y con siete años, el 20 de marzo de 1928 entró a estudiar en el colegio “San Emigdio” de don Federico Gallardo del Castillo. Su espíritu innovador le llevó a montar su propio negocio. Fue el representante de Aguas de Lanjarón en Motril. El agua la traía desde Lanjarón en garrafas con las que llenaban un depósito en su comercio que se encontraba ubicado en la calle nueva, justo entre los comercios de Mango y el Telar en el actual Mercadillo. A su comercio iban muchos motrileños a comprar un vaso de agua de Lanjarón, fresquita gracias a que bajaba del depósito por un serpentín, y que costaba 10 céntimos de peseta allá por finales de los años 50. Esquitino siguió en su búsqueda de nuevos productos y consiguió la cesión de una marca catalana de gaseosas para la provincia de Granada, Sanitex.

Muchos motrileños pensaban que esta gaseosa, la Sanitex, era propia de Motril o quizás de Granada, pero en realidad la marca pertenece a Carlos Torrens que cedió la marca y era producida en toda España, incluso en la propia botella, en su parte trasera venía serigrafiada su publicidad que decía: “GASEOSA SANITEX SE BEBE EN TODA ESPAÑA. La más sana y agradable de las bebidas de mesa. Es pura, ligera, digestiva y con delicioso sabor. Elaborada con productos seleccionados.” Y en su frontar la leyenda era: “Gaseosa Sanitex ...que rica es!”

La Sanitex era sin lugar a dudas el único capricho que se daban los granadinos que venían a “veranear” a Motril. Era muy típico ver como estos granadinos, posteriormente conocidos como “Sanitex” llegaban a Motril cargados con la comida, las sillas de la playa, la sombrilla, el bolso, la tortilla de patatas, los niños, la abuela, etc.., y cómo se acercaban al despacho de Enrique Esquitino y se pedían su Sanitex que valía unas 2 pesetas y con eso se tiraban varias horas ocupando una mesa. También se vendía la Sanitex en vasos a un precio de unos 0,50 céntimos de peseta. Eran varios los sabores que esta gaseosa tenía, limón, naranja y la característica gaseosa transparente, pero era la de naranja la preferida por la mayoría de la gente.

La época fuerte para el negocio de Enrique Esquitino era el verano en donde con la bajada masiva de los granadinos su fábrica y despacho de bebidas podía tener una treintena de trabajadores que no cesaban de fabricar Sanitex para saciar la sed de los granadinos.

El hijo de Enrique Esquitino Sánchez, el prestigioso y conocido abogado local Enrique Esquitino Martín me contaba que la fama de esta gaseosa no era puro azar, sino que el marketing y la publicidad tuvo mucho que decir. Enrique (hijo) y su hermano ayudaban a su padre en la fábrica y a mediados de los 60 eran los encargados de recorrer los pueblos cercanos con un coche equipado con un rudimentario altavoz con el que emitían música y cuñas de publicidad vendiendo su marca. También se promocionaba la Sanitex en carreras ciclistas e incluso en los cines locales, en el Coliseo Viñas y el Calderón mediante cuñas publicitarias hechas con cristales y que se visionaban antes de las películas.

En la década de los 60 la fábrica cambió su ubicación y se trasladó a la calle Garcés Herrera, por encima de donde hoy se encuentra el supermercado Coviran y frente a Piensos García en donde estuvieron hasta los primeros años de los 70 que se cerró definitivamente la fábrica.

Las botellas de Sanitex llegaban a Motril en grandes sacos envueltas en paja para protegerlas. Ya en la fábrica los operarios se encargaban de la mezcla de ingredientes y de su llenado. En una primera etapa el llenado de las botellas se hacía de un modo manual y posteriormente se pasó a su embotellado automático. El llenado de las botellas era peligroso y en más de una ocasión explotaron varias botellas. Una vez llenas se les ponía un precinto de garantía.

El propietario de la marca, el señor Torrens, tenía en Enrique Esquitino un excelente referente ya que sus ventas eran considerables, tanto es así que Enrique y su mujer fueron invitados en varias ocasiones a Barcelona en pago de sus ventas.

Quizás el verdadero éxito de Enrique Esquitino se basó en el trabajo, en el espíritu de mejorar y de traer a Motril algo nuevo. Primero trajo el Agua de Lanjarón, después Sanitex e incluso se atrevió a patentar su propia gaseosa, la CONALI con sabores de Cola, Naraja y Limón y los sifones “La Alhambra”, pero también fue muy importante en su éxito la constancia, su horario de trabajo que en muchas ocasiones comenzaba a las 5 y media de la mañana y terminaba a la una de la madrugada. Todo ello hizo que Sanitex fuera todo un referente y llegó a distribuirla a otros lugares como Vélez-Málaga, Adra y la Alpujarra. También, y en vista del éxito del Sanitex entre los granadinos abrió un almacén en Granada, en el Zaidín durante unos cinco años.

Enrique Esquitino fue uno de los pocos comercios que consiguió que los granadinos de antes se gastaran algo en nuestra ciudad, además claro está del quiosco que vendía el periódico y las pipas ya que a los “Sanitex” también se les conoce como los de las “3 P” ya que su veraneo consistía en Paseo, Periódico y Pipas, vamos, un turismo de calidad, que diríamos hoy en día.

La Actualidad
Para los que quieran compartir un poquito de esta historia de Motril aún tienen la oportunidad de hacerlo ya que un comercio motrileño ha conseguido preservar un par de botellas de Sanitex originales, a falta de museo etnográfico en Motril podemos ir a ver estas botellas y a disfrutar de pulpo a la Taberna Martín en la Plaza del Mayoral, junto a la calle Santísimo, allí podremos ver el origen del mote de los granadinos.

Pero si queremos ir un poquito más lejos, a Argamasilla de Alba, en Ciudad Real, podremos comprar aún una botella de auténtica Sanitex. José Luis Fernández Serrano es la tercera generación que fabrica y vende Sanitex. Comenzó su abuelo, Cándido Fernández Dotor en 1939, siguió su padre Cándido Fernández Ruiz y él ha querido continuar con esta marca. Posiblemente sea el único lugar de España en donde aún se fabrica la Sanitex de distintos sabores, Naranja, Limón, Cola, Fresa y la propia transparente y su producción anual es de aproximadamente unas 3500 botellas.

Para todos los que quieran rememorar tiempos pasados y beberse una Sanitex sepan que Argamasilla de Alba es donde se comenzó a escribir El Quijote y sin duda un lugar a anotar en nuestra agenda de viajes.

Gabriel Medina Vílchez para Motril Información
Motril, a 21 de Diciembre de 2005

Texto obtenido de:
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